El bienestar y la satisfacción laboral del trabajador se han convertido en una de las prioridades fundamentales para las organizaciones en la actualidad. Si bien el factor económico sigue siendo relevante, existen otros aspectos que los empleados consideran al momento de elegir entre dos oportunidades laborales. La modalidad de trabajo (virtual, presencial o híbrida), el funcionamiento del equipo y la comodidad del espacio son algunos de los factores que influyen en la toma de decisiones de los trabajadores.

Una encuesta realizada por la consultora Deloitte a jóvenes profesionales reveló que el beneficio más valorado por ellos es la capacidad de aprender y ampliar sus horizontes profesionales, descubriendo nuevos roles y formas de reinventar sus carreras. En este sentido, es fundamental que las organizaciones ofrezcan módulos formativos de calidad, específicos y bien enfocados a los diferentes perfiles, para ayudar a los trabajadores a explorar nuevos caminos y brindar a la organización profesionales mejor capacitados.

¿Qué es un Módulo Formativo?

Un módulo formativo puede ser un segmento de un curso de aprendizaje o el programa completo en sí. Por lo general, se trata de una capacitación en línea centrada en un tema específico o una nueva habilidad. Estos módulos se presentan en diferentes formatos, como videos, cuestionarios, textos, entre otros. Se recomienda utilizar una variedad de recursos en un entorno de aprendizaje para enriquecer el resultado final, atender a diferentes estilos de aprendizaje e involucrar al usuario de diversas formas.

Los Módulos Formativos en el Ámbito Empresarial

En el entorno empresarial, los módulos de aprendizaje se utilizan constantemente. Por ejemplo, cuando un empleado cambia de puesto de trabajo o asume un rol de liderazgo, es probable que los módulos formativos estén relacionados con la gestión de personas, el manejo de conflictos, el trabajo en equipo, la supervisión, el liderazgo, entre otros aspectos relevantes para el nuevo cargo.

Cómo Crear un Módulo Formativo Efectivo

El concepto de «módulo formativo» puede parecer abstracto por sí solo. Para que tenga sentido, es necesario asociarlo a un contenido específico y a un público en particular, sin descuidar otros factores importantes.

1. Detectar la Necesidad

El primer paso al planificar una formación es identificar la necesidad que esa capacitación va a resolver. Esta necesidad puede ser descubierta a través de un relevamiento interno que evalúe la situación actual o mediante la detección de fallas en un proceso o tarea en particular. Al conocer la necesidad, podremos plantear objetivos claros.

2. Establecer Objetivos

Una vez identificado el problema, es el momento de definir qué conocimientos o habilidades queremos que los trabajadores adquieran mediante la formación. Para establecer los objetivos, podemos emplear el método SMART, es decir, asegurarnos de que sean medibles, específicos, alcanzables, relevantes y acotados en un período de tiempo determinado.

3. Definir el Público Objetivo

En ciertos tipos de capacitaciones, es más eficiente enfocarse específicamente en el público al que se dirige. Dentro de una organización, es probable que el equipo de sistemas no tenga las mismas características, intereses y formación que el equipo de comunicación. Por lo tanto, cuanto más enfocado sea el curso, mayor será el interés y compromiso que generará en su público. El tipo de audiencia nos ayudará a definir el tono del curso, los módulos que lo componen, el lenguaje utilizado, entre otros aspectos. También debemos considerar los estilos de aprendizaje que mejor se adapten a los usuarios, ya que si disponen de poco tiempo, los módulos de micro-aprendizaje pueden resultar más adecuados.

4. Elegir el Formato Adecuado

Teniendo en cuenta los puntos anteriores, es fundamental elegir el formato más adecuado. Para ello, es necesario tener claros los objetivos y conocer a la perfección a nuestra audiencia.

El formato elegido puede condicionar la temática del curso. No todas las capacitaciones se adaptan a un mismo método de enseñanza. Dependiendo del conocimiento o habilidad que se pretenda desarrollar, deberemos seleccionar el formato más indicado. Algunas opciones pueden ser:

  • Video: es un medio muy efectivo para transmitir conocimientos y, de hecho, es el más popular en la actualidad. Sin embargo, para que genere impacto en los usuarios, debe ser visualmente atractivo, interactivo, claro y específico. Los videos son especialmente útiles para capacitaciones relacionadas con habilidades blandas, ya que permiten utilizar recursos visuales para generar distintas emociones.
  • Microaprendizaje: esta metodología se basa en módulos de aprendizaje más breves de lo habitual. Permite adaptarse a diferentes horarios y contextos. Para temas complejos, es útil presentar la información en pequeñas dosis que permitan asimilarla de forma progresiva.
  • Material gráfico: cuando nos referimos a material gráfico, hablamos de documentos escritos que utilizan herramientas infográficas para complementar el texto. Estos documentos pueden ser consultados en línea o descargados para una lectura más ágil.

5. Diagramar los Módulos

Una vez que se hayan resuelto los pasos anteriores, es el momento de esquematizar y diseñar los módulos de aprendizaje que nos guiarán hacia el logro de los objetivos establecidos. Esto implica grabar voz e imágenes si se trata de un video, seleccionar los gráficos adecuados si es un manual o elaborar las preguntas correctamente si se trata de un cuestionario.

6. Testear y Revisar

Antes de lanzar el módulo formativo, es crucial evaluar su eficacia. Para ello, es necesario someterlo a prueba con un usuario potencial. De esta forma, podremos identificar fortalezas y debilidades que nos permitirán realizar revisiones y correcciones necesarias.

Es importante recordar que el proceso de prueba y revisión debe ser constante si queremos evitar que la capacitación se vuelva obsoleta.

Una vez completados todos estos pasos, el módulo formativo estará listo para ser lanzado y utilizado. Es esencial recordar que la formación continua y el aprendizaje adaptativo son fundamentales en un entorno laboral en constante evolución. La implementación de módulos formativos efectivos contribuirá al desarrollo profesional y a la retención de talento dentro de las organizaciones.