En la contratación de nuevos trabajadores, se enfrenta una tarea compleja que requiere planificación, claridad y orden. Se trata de incorporar a personas en equipos de trabajo que ya funcionan con una dinámica establecida. Por tanto, es crucial realizar una selección cuidadosa para evitar posibles disrupturas en el clima laboral actual.

En el proceso de reclutamiento y selección, se evalúan diferentes competencias laborales que son fundamentales para ocupar roles específicos. Estas competencias varían según si el puesto implica liderazgo, tareas operativas o interacción con proveedores y clientes. Las demandas y exigencias son distintas según el puesto a cubrir.

Además de las competencias profesionales, es esencial considerar las características personales del candidato. Debe poder vincularse sin problemas con el grupo de trabajo y adaptarse a las normas de convivencia del nuevo entorno laboral.

¿Qué son las competencias laborales?

En el pasado, la experiencia y el conocimiento eran los criterios principales para elegir a un candidato en los procesos de reclutamiento y selección. Sin embargo, actualmente entendemos que las competencias laborales abarcan mucho más. Se requiere algo más que experiencia y conocimientos para garantizar un desempeño integral en un determinado campo laboral.

En 1973, el doctor David MacClelland definió las competencias como «las características propias de una persona que están causalmente relacionadas con los comportamientos y la acción exitosa en su actividad profesional». Trasladando esta idea a la gestión de recursos humanos, entendemos que las competencias son conductas que contribuyen a un buen desempeño del trabajador y generan resultados positivos para la empresa. La doctora Martha Alles, referente en el campo, define las competencias laborales como características personales que se traducen en comportamientos eficientes en el puesto de trabajo.

Clasificación de las competencias

1. Competencias Cardinales

Estas competencias se aplican a todos los integrantes de una organización, ya que están vinculadas al código de convivencia y la misión general de la empresa. Algunas competencias cardinales son el compromiso, el respeto y la responsabilidad social.

2. Competencias Gerenciales

Estas competencias no se aplican por igual a todos los empleados, sino que se centran en aquellas personas que desempeñan roles de liderazgo y deben optimizar el rendimiento colectivo. Algunas competencias gerenciales relevantes son la comunicación efectiva, el liderazgo y la empatía.

3. Competencias Específicas

Estas competencias se relacionan con las habilidades requeridas para desempeñar un rol o actividad en particular. No siempre son aplicables en la vida cotidiana, ya que se adaptan a las necesidades específicas de la empresa. Algunos ejemplos de competencias específicas son el manejo de crisis, la productividad y la eficacia.

Es importante que las empresas tengan claros sus objetivos para identificar las competencias necesarias de manera efectiva.

Las Competencias más Demandadas

Además de las categorías mencionadas, existen algunas competencias que son requeridas a nivel mundial por la mayoría de las organizaciones. Si bien estas demandas pueden variar según los objetivos y necesidades de cada empresa, a continuación se mencionan algunas de las competencias más solicitadas:

  1. Capacidad de Aprendizaje: Al ingresar a un nuevo trabajo, es fundamental poder adquirir nuevas habilidades y conocimientos para desempeñar las tareas y adaptarse al entorno laboral. La capacidad de aprendizaje no se limita a la rápida adquisición de habilidades, sino que implica tener el interés y la inquietud de seguir aprendiendo de manera continua para crecer profesionalmente.
  2. Flexibilidad: Los cambios en el entorno laboral ocurren a una velocidad vertiginosa. Por tanto, es necesario contar con personas que se adapten rápidamente a los nuevos escenarios. Se busca a aquellos individuos que impulsen el progreso en lugar de convertirse en obstáculos para el mismo.
  3. Trabajo en Equipo: Los equipos interdisciplinarios son cada vez más comunes en las organizaciones. Es esencial saber dialogar, llegar a consensos y ejecutar acciones de manera conjunta, aprovechando las fortalezas de cada miembro. Esto no solo favorece la convivencia laboral, sino que también contribuye a obtener los mejores resultados para la empresa.
  4. Pensamiento Crítico: La rapidez con la que ocurren las cosas en la actualidad requiere que dediquemos tiempo a reflexionar sobre las decisiones y acciones que tomamos. El pensamiento crítico es fundamental para cuestionar ideas, razonar y desarrollar pensamientos individuales que rompan con la inercia de la rutina y nos permitan evaluar si estamos en el camino correcto.
  5. Resolución de Conflictos: Esta competencia se refiere a la habilidad de actuar frente a situaciones inusuales que podrían generar caos en la organización, ya sea a pequeña o gran escala. Se valora la capacidad de tomar decisiones adecuadas y ejecutarlas con calma en momentos donde la tranquilidad no es la norma.
  6. Creatividad: La creatividad permite resolver conflictos y proponer soluciones de manera innovadora. Las personas creativas tienen la capacidad de ver oportunidades donde otros no las ven o solo ven problemas. Entre las habilidades destacadas en esta competencia se encuentran la originalidad, el ingenio y la sensibilidad.

Es importante tener en cuenta que las competencias pueden desarrollarse y aprenderse, aunque un candidato no las posea inicialmente. Las competencias son características que pueden adaptarse según el contexto, por lo que siempre es posible brindar oportunidades para que los candidatos las adquieran e incorporen.

En resumen, la selección adecuada de competencias laborales es esencial para asegurar el éxito en la contratación de nuevos trabajadores. Además de evaluar las competencias profesionales, es fundamental considerar las características personales de los candidatos. Las competencias más demandadas incluyen la capacidad de aprendizaje, la flexibilidad, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la resolución de conflictos y la creatividad. Al comprender la importancia de las competencias laborales, las empresas pueden construir equipos sólidos y eficientes que impulsen su crecimiento y desarrollo.